Ya dije que duermo poco?En mi buró está el vaso del que juré nunca beber. Y es que todos en algún momento hemos dicho "A mi nunca me pasará...", "Yo nunca..."o "Jamás..." Pero mi padre tenía razón al decir, "no hay quien escupa al cielo y en la cara no le caiga".... de esos momentos también tengo una colección.
"Yo jamás andaré con un cuate como él..." Si casi lo odiaba!!! Me chocaba el carisma que tenía con todos, su aire de superioridad, sus ínfulas de Don Perfecto.... pero una cosa llevó a otra... y terminamos untos.
"Jamás dejaré que las tarjetas de crédito me dominen" Y bueno, cuando tienes 13 tarjetas de crédito es difícil no caer en las garras de esos demonios. Se vive para ellas, se sufre con ellas, se devela uno pensando en ellas... es destructivo seguir con ellas.
"A mi nunca me quitará el sueño mi peso" Pos oigan, tan rico que es comer sin culpa! Tan hermoso que es tener familia y amigos que te quieren tal cual eres sin importar que te veas más inflada cada que te ven!!! El peso no sólo me quita el sueño, se ha convertido en mi verdugo... es siempre el reflejo de cómo me siento.
"Nunca me voy a casar" Bueno, el mandamiento lo he cumplido pero los intentos no han faltado.
No sé a ustedes pero identificar esos momentos donde he pecado de habladora primero me llena de risa, luego de pena y al final me lleva a cerrar con "bueno, es de sabios cambiar de opinión".
En esas reflexiones andaba cuando caigo en la cuenta que uno de los momentos y compañía que más disfruté en el año que acaba de morir, está ligadísimo a los vasos de los que juré nunca beber. Vasos llenos de prejuicios por la edad, discriminaciones por la profesión, abstinencias por el tipo de relación, .... este post lleva dedicatoria para ese "Contlapache igualado que se sentó en mi silla". Grande tu lección!!!
Por eso este año lo mejor es dejarse fluir, tomar lo que la vida te dé. A partir de hoy, si la vida me da limones... aprenderé a hacer limonada.
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