Ya dije que duermo poco? En mi buró está mi herencia de la Revolución: un par de fotos de 1911 que le tomaron a mi abuelo y sus hermanos y cuatro libros.
Y es que cada quien duerme según le fue en el día, y mi abuelo y su familia ganaron con la Revolución un pedazo de tierra para vivir, para trabajarla y para hacerla producir. La familia de mi abuelo estuvo en el momento adecuado cuando el río revuelto derramó las ganancias.
Tengo esas fotos en mi buró, y hoy dormiré poco por estar observándolas al tiempo que pienso en una frase que no dejo de oir en quienes opinan sobre las festividades patrias: "Qué celebramos? Hay motivos para celebrar?" Hasta parece que la moda es oponerse a la celebración y descalificar las luchas.
El que el destino de mi abuelo y su familia haya cambiado es motivo suficiente para que en casa celebremos, pero a nivel colectivo he encontrado un motivo extraordinadio para celebrar la Revolución.... Gracias a ella nació el género literario de la novela revolucionaria.
Les dejo cuatro buenos ejemplos de lo provechosa que fue la Revolución para algunos escritores mexicanos...
1.- LOS DE ABAJO de Mariano Azuela es la novela por excelencia para hablar de la Revolución. Una colorida estampa de un pueblo que sin preparación militar o saber, del todo, el motivo de la lucha, se alzó en armas para cambiar el destino de su país. Los campamentos, los campos de batalla, las haciendas y el lenguaje de la época recogido de la realidad para componer una gran obra de la Literatura Mexicana.
2.- MEMORIAS DE PANCHO VILLA de Martín Luis Guzmán es una genial novela que le permite a Villa cobrar vida y narrar sus batallas, sus anhelos, sus amoríos y hasta sus pleitos. El merito del autor es dejar que el caudillo se convierta en héroe y camine y respire en cada una de las páginas.
3.- EL RESPLANDOR de Mauricio Magdaleno es sin que se lo haya propuesto el autor, un retrato actual de la clase política mexicana. Es la historia vulgar de todos los políticos cuya preocupación principal, al iniciarse en esta carrera, es ayudar a los demás; una vez que alcanzan el poder, se olvidan de sus promesas, considerando que la caridad empieza en ellos mismos, olvidándose de las necesidades del pueblo que los ayudó a elevarse.
4.- MI GENERAL de Gregorio López y Fuentes es una de las novelas más impactantes sobre la revolución mexicana. Cuenta la historia de un campesino que alcanza el grado de general por su comportamiento en la lucha armada. A partir de ahí se inicia la terrible seducción citadina o revolucionaria: mujeres, negocios, cargos políticos, decepciones, promesas falsas, lujos, comodidades, amante de planta, caserón, automóviles; en fin, una inmensidad de lazos que van atando y jalando al revolucionario. Al final cae. Lo convencen de que sólo yendo contra la consigna partidista puede obtener un gran triunfo electoral.
