lunes, 12 de julio de 2010

e-books. ¿El fin de los libros? (Primera parte)


Ya dije que duermo poco?

En mi buró está un dispositivo digital para lectura. También se les conoce como iPad, Kindle, Sony Reader, Leqtor, Irex, Booker, UMPC, etc. 


En Europa se comercializan más de 100 marcas y modelos. Y seguro hoy me quedo sin dormir pensando si ahora sí estamos ante la inminente desaparición de los libros, tal cual los conocemos. 


¿Será que dentro de unos añitos las editoriales se manejarán de forma virtual y con menos empleados? ¿Sustituiremos las visitas a la librería con horas de navegación en la red para localizar nuestros libros? ¿Ya no tendremos que preocuparnos por adquirir libreros?

Ahora lo fashion es llegar a la cafetería con tu lector digital, esperar el abordaje mientras cambias la página con un sólo toque en la pantalla. Ya puedes llevar a tus vacaciones las 1400 páginas (según la edición) de la Guerra y la Paz de Tolstoi sin que tus manos se entuman por el peso. Las más de 900 páginas que suman las tres partes de la Serie Millennium de Stieg Larsson ya no son problema. Con los dispositivos digitales nos llegó la comodidad de portar todo cuanto quieras. Para quienes gustan de leer dos o más libros al mismo tiempo este invento ha sido su salvación pero... ¿qué pasa si te lo roban o se te pierde? ¿Con tu carísimo iPad se va tu biblioteca?

Y más allá... ¿Qué pasa con tus ojos? ¿Cómo les enseñas o los ejercitas para leer la tinta líquida? Si ahora se abre la posibilidad de disfrutar de las obras, no sólo con texto corrido sino de aquellas que vienen con imágenes, ilustraciones, diagramas o tablas... ¿Los nuevos lectores, los niños, se perderán la experiencia de abrir un libro, sentir el papel, morder la pasta y oler la tinta?

En Europa es toda una realidad la disponibilidad digital de miles de títulos, realidad que comparte Estados Unidos, y no sólo eso; ahora la industria está enfocada a desarrollar widgets (aplicaciones) para que la experiencia de acercarte a un e-book sea TOTAL con el trailer del libro, juegos, descargas de material adicional, videorecomendaciones, dossier de prensa y webs relacionadas con el tema, la obra o el autor.

¿Y México? ¿Y el resto de América? ¿Y los países pobres? Francamente no sé cuánto tiempo le quede de vida a los libros; pero me queda claro que en nuestro país serán muchos años más. Cuando las escuelas lleguen a los lugares más recónditos, cuando la electricidad sea para todos, cuando el Internet sea usado en la comunidad más lejana, cuando la lectura no sea un lujo sino una forma indispensable de conocer el mundo, cuando el uso de la tecnología no sea un privilegio sino un derecho elemental.... cuando todo eso ocurra.... sólo entonces pondré mis barbas a remojar, actualizaré mi currículum y buscaré trabajo en otra industria.

Me maravilla y me emociona que este aparatejo pueda guardar más libros de los que podría leer en un año. Me seducen las monerías que lo rodean. Me hace sentir fashion esperar con mi lector a que llegue mi cita.... pero aún no me hace sentir que puedo alejarme de mi libro.

4 comentarios:

  1. No dejo de pensar que nuestra generación es de nostálgicos.

    La literatura no desaparecerá, cierto es, porque ella no es el medio físico. Pero, la experiencia de lectura si que será distinta...

    ...las glosas a lado de una frase, el olor de un libro antiguo, los boletos de autobuses de tres o diez años entre las hojas que de repente un día encuentras y evocan al que fue y leyó esas páginas "en ese tiempo".

    Y, a fin de cuentas ¿No leer es también la experiencia de leer?

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  2. No te preocupes. Todavía queda mucho por hacer en las RP por internet y medios digitales. Eso si, deberían hacer readers más baratos y resistentes.

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  3. Ni siquiera puedo pensar en ahogarme en una buena historia sin el olor a tinta, olor a papel o hasta olor a viejo.

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  4. No cambiaría nada por el olor o nuevo o a viejo de un libro... La sensación de poseerlo es tan poderosa que me roba el aliento... ¿Cómo un gadget podría provocar eso?... ¿Será como la diferencia entre la rosa natural y la artificial?

    Definitivamente nostalgia... a huella del pasado, a huella de lo que te conmovió en algún punto lejano... eso significarán los libros de llegar a desaparecer...

    Podrían libros e e-books convivir sanamente. Yo los enseñaría a platicarse y fascinarse mutuamente....

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