lunes, 9 de enero de 2012

Sincronizar.

Ya dije que duermo poco?

En mi buró está una analogía y una gran verdad.

Esta vida es como Telcel, a veces funciona bien y otras simplemente no responde, pero siempre te pasa puntualmente la factura.

Tú eres un teléfono inteligente (o bueno, por lo menos creemos que pertenecemos a esa categoría). Tienes todo para comunicarte, eres de última generación y dependiendo de ti, eres un modelo cotizado o no.

La persona con la que tienes una relación, del tipo que sea, es una computadora u otro teléfono (de preferencia que sea de la categoría de los inteligentes). Y así, en teoría posee las mismas herramientas que tú para entablar comunicación.

Cuando tú y la otra persona son compatibles se da eso que llaman SINCRONIZAR. Ambos se conectan, por cable, Wi-Fi o Bluetooth y comienzan a intercambiar música, archivos, directorios y aplicaciones. 

La sincronización, cuando se hace entre dos dispositivos perfectamente acoplados y compatibles, es un procedimiento que no tiene problema alguno y en cosa de minutos deja a ambos dispositivos con la misma cantidad de información o con la selección que uno haya hecho.

Si todos entendiéramos esa analogía la vida sería perfecta y NO EXISTIRÍAN los estúpidos departamentos de servicios al cliente, "pleitos" o "malas relaciones", para seguir con nuestra analogía.

El punto es que las nuevas divisiones sociales nos acomodan en grupos de Mac´s, PC´s, iphones, blackberries y demás smartphones. Y, para nuestra desgracia, no todos somos compatibles entre sí. De ahí que una Blackberry no pueda sincronizarse con un iPhone o que una Blackberry no pueda compartir su internet con una Mac

Ah, pero eso nos vale y a wue.... a fuerza queremos sincronizar gadgets que son incompatibles!!!! 

Sincronizar en esta analogía es el COMPARTIR.  Tú quieres y yo quiero, va. Tú me amas y yo te amo, va. Tú puedes y yo puedo, va. Tú quieres y yo me dejo, va. Yo quiero y tú no puedes, bad. Yo quiero y tú no quieres, bad bad.... y así todo por el estilo.

Una sincronización que no se da desde el primer intento, merece una segunda oportunidad; quién sabe, a lo mejor algo hacemos mal y revisar los pasos corrige el proceso. Pero si van dos o tres intentos y no'mas no hay acoplamiento.... Amiguitos, ese gadget no es compatible contigo!!!!

Por ejemplo, dos blackberries que por mucho tiempo sincronizaron y ahora ya no quieren ni reconocerse en el MessengerBB.

Bueno, ignorante en la materia pero bastante intuitiva diría...

1.- Una tiene un sistema operativo más nuevo, la otra se quedó rezagada. 

2.- Las preferencias de red en una u otra ya no son las mismas.

3.- Se jodió el vínculo de sincronización.

Va otro caso. Qué sucede cuando ese Sony Ericsson y tu MacBookAir sí sincronizaron y ahora ni con chochos se pueden acoplar? 

Mi diagnóstico dice....

1.- Ah!!! es que antes de la actualización al sistema operativo de la Mac, era posible que reconociera ese  teléfono.

2.- Bueno, en realidad habría que revisar si realmente sincronizaron o los sistemas de ambos permitieron sólo intercambiar un par de aplicaciones, fotos o canciones.

3.- Nunca sincronizaron, intercambiaron archivos mediante correo electrónico enviado y recibido desde los dispositivos. 

4.- La tecnología falla y ni tu Mac ni el Sony eran tan inteligentes y ni de última generación.

5.- Es Telcel. No están en zona de cobertura y necesitan moverse o llamar a Atención a Clientes.

Al final, lo que podemos declarar como gran verdad es que si no sincroniza y te empeñas en seguir acoplando y acoplando... vas a perder tu tiempo y a fregar tu dispositivo.

Como decía mi abuela: a comer se llama sólo tres veces. Lo mismo con la compatibilidad. Si llegas al tercer intento y nada, la próxima vez que te encuentres en la tienda revisa las especificaciones y la tabla de compatibilidades. 

2 comentarios:

  1. Interesante analogía, lo curioso es que hay quienes queremos que los dispositivos no solo sean compatibles sino que también se auto critiquen y entiendan de facto las actualizaciones en el sistema operativo del otro.

    PD ojo con el párrafo 5 , palabra 5.

    Saludos

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  2. Nada mas cierto, y aunque es un tema por demás comentado, la analogía es acertada y divertida.

    Lo preocupante es que esas cosas pasen por tu cabeza...a lo cual no hay mucho que decir. Solo espero que estés bien y no dejes de sonreír.

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Mil gracias por tu comentario. Besos!

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