domingo, 31 de julio de 2011

#FuertesDeclaraciones.

Ya dije que duermo poco? 


En mi buró está una disculpa para ustedes... porque haré #FuertesDeclaraciones, terribles y penosas declaraciones. Aquí es donde pierdo su follow, su suscripción a este blog, sus desmañanadas cada sábado para escucharme, su confianza y hasta su cariño... hoy confesaré mi secreto mejor guardado, mi auténtico lado B... y de ustedes anhelo un poco de misericordia antes de querer quemarme en leña verde.....

No, no me gustar Arjona. No, no disfruto del programa de Laura Bozo. No, no soy amiga de Ninel Conde. Noooo, nunca he comprado un disco de "La Tesorito". No, tampoco formo parte del club de fans de William Levy. 

Yo confieso que... que....que...

Confieso que me gustan las telenovelas!!!! Ta,ta,ta,tannnnn (y se hace un incómodo silencio o cierran esta página)

Si lo séeeeeeee! Es horrible, es indigno de mi persona, es de pena ajena!!! (Tómese en cuenta que lloro sinceramente y me hinco implorando clemencia) Pero no puedo evitarlo #sniffsniff

Recuerdo grandes escenas de telenovela, confieso que hasta me gusta como trabajan dos o tres actorcillos y que he gozado con las maldades de uno que otro villano.

Me esfuerzo por romper con los estereotipos de las mujeres... Que si manejamos mal. #Fail  Que si eres bonita, eres mensa. #Fail Que si bla, bla, bla, bla, bla y adoran las telenovelas... #chetdemetchet Caí en uno y nada presumible.

Hace mucho tiempo que me doy permiso de perderme en un universo paralelo, banal, absurdo, repleto de diálogos de cuarta y de actores sobreactuados. Una hora al día. Es mi momento de fuga, mi forma de evadirme de este mundo. 

Me sé las tramas, siempre el final rosita (ah porque hasta eso, no me gustan las que no van a acabar con boda), los malos muy malos y las buenas muy...pendejas. Veo las telenovelas y no dejo de criticar sus diálogos, de castigar con mi incredulidad cada uno de los conflictos  y de llevarme las manos a la frente porque no me trago lo que veo.... pero lo veo y por una hora en mi día, me dejo llevar. 

No tengo una respuesta razonable que explique el por qué de mi gusto tan enfermo. 

Fui a la universidad, soy profesional (destacada y de las buenas), ávida lectora (disciplinada en ello), económicamente independiente (gastalona profesional),  hasta donde recuerdo no fui golpeada de chiquita y creo que mis relaciones amorosas han sido "más o menos sanas" entonces.... por qué diablos me gustan las telenovelas????

Me gusta verlas pero no sufrir con ellas, por eso cuando comienzan las desgracias para los protagonistas me alejo y las veo sólo una o dos veces por semana para no perder el hilo. Hace algunos años que dejé de ver los finales. Siempre son precipitados y predecibles, con altas dosis de cursilería. Sí ya sé que dije que me gustaban con final de boda!! Prefiero que me cuenten en tres minutos cómo se resolvió todo. 

Mi gusto culposo no ha llegado al grado de convertirse en vicio y dejarme sin dormir. Siempre ha estado controlado a una telenovela a la vez y nunca dejo de hacer cosas por llegar a verla pero si me siento.... no hay poder humano que me pare de ahí. 

Y pues bueno, sólo espero que tan bochornoso gusto quede aquí entre nos y que con su misericordia podamos seguir como sí nada. Que lo confesado aquí no sea la vara con la que me juzguen. #HeDicho.

4 comentarios:

  1. Vale vale...es razonable, una debilidad de las mujeres. Aun no conosco una mujer que no haya visto cuando menos una telenovela (y le haya gustado). Y es que, lo queramos o no, lo que muestran las telenovelas es parte de nuestra enseñanza mas temprana, aquella que viene con los padres. Incluso, creo que seria mas probable que una persona con una niñez difícil no vea telenovelas a aquella que lo ha vivido "normal". Entonces, pues no es nada de sorprenderse. Incluso, apagar el cerebro es algo que todos necesitamos, la manera de hacerlo depende de cada quien, pero es algo necesario. Yo veo series y de vez en cuando escribo. Si, antes la hora de Bones era ¡intocable! Pero ya no la emiten en tv abierta, así que se sustituye por alguna otra serie. Sin embargo, de todo lo posible...¿¿¡¡telenovelas!!?? jajajaja (tenia que decirlo)

    ResponderEliminar
  2. Esos gustos culposos!!!!
    Pero por supuesto que vale la pena seguir por aquí.

    Saludos!!!

    ResponderEliminar
  3. Telenovelas????, jajajaja un gusto culposo que a mi también me da, pero muy de repente; cuando me enganchan las malditas no puedo dejarlas. Y he de confesar que hay algunas viejitas que cuando las vuelven a dar las vuelvo a ver como si nunca las hubieran pasado. Como culparte de tener una hora para apagar el cerebro?, hasta mi papá en alguna ocasión se emboba en ellas. Un placer nada culposo es siempre leerte y escucharte. Un gran saludo

    ResponderEliminar
  4. Em reciprocidad a tu confesión, debo comentarte que sólo una telenovela captó mi atención y tiempo: El Padre Gallo, televisada allá por los años 1985 - 1986. Cada quien tenemos nuestros vicios privados.

    ResponderEliminar

Mil gracias por tu comentario. Besos!

Archivo del blog

Seguidores