martes, 28 de junio de 2011

A mi no me hablen de miedos...


Ya dije que duermo poco? En mi buró está un pase para visitar el psicólogo. Y es que algo debo hacer con mi vida. Seguro ya notaron que padezco de sesquipedalofobia... si se me nota a leguassssss!!!!!

Me salto fragmentos de los libros cuando me topo con una palabrota y ya de plano desistí de aprender alemán porque no hay vocablos cortos. Qué pavor me da tener que pronunciar es-drú-ju-las y so-bre-es-drú-ju-las!!!

Y ojalá la cosa parara ahí. Estas noches, las de lluvia y calor, son mi tormento y mi martirio. Mi astrafobia en combinación con la entomofobia me obligan a estar con el ojo pelado. Primero el sonido de los truenos y luego el zumbido de los moscos o la presencia de los grillos... hacen de mis noches.... momentos de verdadero terror.

Estoy a dos de irme al manicomio. La semana pasada, por ejemplo, hubo drama monumental en casa. Y es que Ely, la señora que me ayuda con la limpieza, se fue de vacaciones. Me daba pavor tocar mi buró, caminaba con bolsas en los pies y todo la semana traje guantes en las manos... se me fueron al cielo los niveles de amatofobia y rupofobia. Afortunadamente Ely regresó y el polvo junto con la suciedad desaparecieron de mi casa.

Mi mamá sospechó desde que yo era niña que no iba a ser una mujer normal. Me diagnosticaron, a muy temprana edad,  escalofobia. Era la cuarta vez que me cambiaban de escuela y apenas iba en 2º grado de primaria. El médico trató  por mucho tiempo, quitarme la gelatofobia, y es que las burlas de mis compañeros a causa de mi comportamiento me volvieron retraída y con un poco de  antropofobia.

El entorno no me ayuda a que viva sin miedos. Ahora con el clima de violencia en el país, he desarrollado hoplobofobia, ya no puedo ver, leer o escuchar de armas o decapitados porque se arma la rebambaramba. Y Twitter me ha desatado algo de aloxadofobia, ya por eso no opino y sólo me dedico a dar retwitts. Ya no tomo leche ni como pescados porque estoy convencida que se contaminaron en la central nuclear de Japón y padezco de radiofobia.

Me lavo los dientes hasta seis veces al día porque entro en pánico al pensar que un pedazo de alimento se me quede pegado en el paladar o las muelas, dicen que eso es araquibutirofobia. Evito el ajo en las comidas para ya no tomar la pastilla que me calma la aliumfobia. Soy feliz en la ciudad porque cada vez hay menos árboles y mantengo a raya mi dendrofobia.

Así las cosas, a mi no me hablen de miedos que yo sí sé de eso. Pero bueno, haré un último intento por curarme de mis fobias y poder convivir de manera normal.  Ya no quiero vivir con miedo!!!! Sniff, sniff, sniff. Quiero disfrutar de la vida y no repetir con todo que tengo terror......

Confío que con la nueva terapia todo se solucione, ahí les estaré reportando y ya los dejo porque se hace de noche y me entra la nictofobia.

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