En mi buró está una tarde de shopping sin chiste. Y es que ahora que se anunciaron multas a los establecimientos que regalen bolsas pues resulta que cuando llegas a la caja te dicen: Si quiere bolsa le cuesta $$$ tanto. Y si sólo es una compra pues lo pasas, pero si vas de tienda en tienda o estás en el super y llevas toda la despensa del mes... no pues te lo piensas mejor y decides salir con la mercancía en las manos.
Desde hace meses he tratado de disciplinarme en los supermercados y llego a la caja con mis bolsas de tela para echar la mercancía, y cuando se me olvidan en el carro, me castigo pidiendo que me pongan todo en el carrito sin empacar para acomodarlo yo.
Hoy fui de compras y sentí rarísimo salir de tres tiendas sin ninguna bolsa. Traía una caja de zapatos, un paquete de esponjas para la cara y una secadora de cabello. Todo en las manos.
Seguro que las mujeres me entenderán; hay cierta liberación en comprar y una deliciosa satisfacción al llegar a casa y ver el montón de bolsas que hacen tangible y real tu poder de compra, Wow!! hasta siento rico con esas tres palabras. Pero eso ya es pasado.
Hoy llego a casa y por más que veo lo que adquirí... pues no siento lo mismo, no están las bolsas!! Y déjenme decirles que apoyo la medida, me preocupa el medio ambiente y sé que tanta bolsa y envoltura contribuye a generar más basura, más contaminación, más desgaste ambiental y menos tiempo de vida para este planeta.
Y tampoco se piensen que soy una coda!!!! Hace tiempo alguien me dijo que los grandes ahorros no se dan por eliminar enormes cuentas (que bueno, sí ayudan) pero donde uno puede ahorrar realmente es en esos gastos hormigas: las comisiones por usar cajeros de red, los pesos que perdonas por no pagar con cambio, los pesos que pierdes por no revisar una cuenta en el estacionamiento o el restaurante, la comisión por utilizar un tercero en la compra de un artículo. Qué razón tenía el que me dio el consejo!!! Hagan cuentas y a fin de mes por lo menos unos cien o doscientos pesos sí se van por la coladera. Pensando en eso es que no quiero una fuga más por comprar bolsitas!!!!
Pues mal que bien cada día soy ciudadana más responsable. Una noche de insomnio me atacó la conciencia ecológica y me deshice de mis bolsas de piel... nunca más yo cooperaré a que muera un animal para que yo traiga mi bolsa.... Ahora uso puras de tela.
Pues ni modo, por presión o por convicción, por economía o por ecología todos tenemos que entrarle... aunque pierda el chiste el ir de compras.