Mi adicción a Elmo

Ya dije que duermo poco?

En mi buró está parte de mi colección de Elmos. Si, ese muñeco rojo, peludo, de ojos saltones, con voz chillona que forma parte de la familia Plaza Sésamo. 

Se acuerdan de esa serie? Pero de la versión ochentera mexicana, donde salía el enorme pájaro verde llamado Montoya,  el Conde Contar, la Rana René, Beto y Enrique.... wow!!!! Bueno, pues en esa serie no salía Elmo.

A este mono lo conocí en una serie gringa llamada Los Torkelson. Esa donde la protagonista era una madre de familia viuda, que debía criar con poco dinero "y mucho amor" a sus cinco hijos. La mayor de sus hijas, Dorothy Jane Torkelson, se la pasaba hablándole "al hombre en la luna." Bueno, la hija más pequeña, Mary Sue Torkelson, cada que hacía alguna travesura, además de soplarse el regaño de su mamá, sucumbía ente los chantajes moralinos de Elmo!!!!

Vaya que era tarea complicada conseguir Elmos en los años ochenta. Nada en las tiendas de peluches, nada en las jugueterías, nada en las tiendas departamentales... quedaba Plaza Sésamo... en Monterrey. 

Si he de recordar un momento feliz en mi vida, juro que fue el día que pisé Plaza Sésamo por primera vez. Alcancías, tazas, peluches, llaveros, un globo terráqueo, playeras, gorras... traje de todo. Y eso fue sólo el principio. 

Hoy mi buró tiene una lámpara de Elmo que acompaña mis noches de lectura, ante la falta de sueño. Un Elmo de cerámica que mi sobrina pintó para mi y me entregó en mi último cumpleaños. Mi primer llavero de Elmo con las llaves de los cofres de secretos.

Hay monos rojos con ojos saltones por donde quiera miro en mi casa. Peluches, globos, ropa, estampas, de plástico.... lo que sea. Adoro a ese mono!!!! Y hasta puedo confesar que sufrí con ese video hechizo que circuló en internet con el suicidio del EmoElmo.