viernes, 25 de marzo de 2011

Ustedes disculpen.


Ya dije que duermo poco? 

En mi buró está la duda. Y es que hago mía una discusión de radio para filosofar si todavía es válido hablarle de Usted a la gente? 

Propio de las nuevas generaciones y de la relación más estrecha y empática con los padres y mayores, ha caído en el desuso el hablarse de Usted como muestra de respeto. 

A mí se me complica usar el tuteo con personas que son mayores que yo, no puedo. Mi jefe, por ejemplo, hasta el cansancio me ha pedido que lo tuteé. Cómo hacerlo si el hombre es catedrático, tiene tres doctorados y uno de ellos es Honoris Causa? No hay manera!!! Lo más que he podido hacer es hablarle mezclado: Oye Doctor, te parece que chequemos pendientes...

Conozco a Ely, la señora que ordena mi vida en casa, hace casi 10 años; llegó a mi vida cuando yo rondaba en los veinte y ella aún los treinta y medio. Desde entonces me dice Señora y me habla de usted. Al principio me molestaba, pues era una polluela y ella me hacía sentir vieja... hoy comprendo que igual se le complica.

En cambio, hace menos de un mes que conozco a varios engreídos y ya se sienten mis contlapaches con derecho a tutearme y a sentarse en mi silla. No hay manera!!!!

Sinceramente, a mí sí me gusta el Usted. Siento insultante y confianzudo que quienes no me conoce me tuteen  a las primera de cambio. Y aunque siempre contesto educadamente, pienso: Cuándo nos bañamos  juntos para que me tutees? Cuándo te presté ropa para que me hables con tal confianza?

Pecaré de clasista, como muchos en la sociedad mexicana? Donde se cree que el grado de estudios, la posición económica, el nivel cultural, etcétera, son activos que incrementan tu valor en el mercado. De ahí que sea importante marcar una diferencia hasta en la forma que te hablan.

No. Más bien se trata de una barrera personal. El Usted es ese muro de contención que preserva  tu intimidad. Indica diplomáticamente que hay niveles de acercamiento y trato. Sólo así me explico la imposibilidad de tutear a ciertas personas y mi molestia con quienes lo hacen conmigo.

Cuál sería la regla entonces? Sobre todo en el ámbito profesional, hablar siempre de Usted y esperar la invitación para el tuteo. Si la onda es más informal o en un entorno de mayor confianza, (entiéndase el blog, por ejemplo) vayamos al tuteo que el ánimo lo permite.

En fin, espero que este tema no me quite el sueño y si no disponen otra cosa, con su permiso, me retiro.

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